CUENTOS, RELATOS Y PENSAMIENTOS

Escribir es vivir

miércoles, 25 de abril de 2012

DESCUBRIENDO CACERES



Mis ojos esperaban ver otra cosa, he de reconocerlo, al llegar a la ciudad, recorrimos  en coche  las afueras, todo me pareció igual a cualquier otra ciudad, tiendas, viandantes, coches en busca quien sabe el que, si alzabas la mirada podía contemplar  torres, de otros tiempos lejanos, que embellecían el cielo azul y despejado, calles empinadas que dejaban entre ver algún resquicio del pasado. Nos fuimos adentrando por esas empinadas calles, guiados por las señales  que nos marcaban la dirección a los hoteles, apenas podíamos circular  por ellas, debido a su  estrechez,  poco a poco fuimos adentrándonos  en un  pasado más lejano al que acabábamos de recorrer. Como por arte de magia vislumbramos un lugar para aparcar nuestro auto y así lo hicimos, decidimos buscar a pie, el lugar donde alojarnos, no tardamos mucho en encontrado. Un pequeño hotel en unas de las calle aledañas al centro de la ciudad, este fue nuestro primer contacto con las gentes de la ciudad, gente de aspecto provinciano, amables y dispuestos hacernos la estancia agradable.
Fuimos a por nuestro equipaje para acomodarnos en la que por un día iba a ser nuestra casa. La habitación era pequeña pero poseía todo lo necesario para poder descansar. Por un momento mi mente se disperso y comenzó a  pensar en lo poco que necesitamos para vivir y lo mucho que nos complicamos la vida por querer poseer mas, Imaginé a esas personas que viajan en busca de experiencias y pasan de habitación en habitación. Me pregunte cuantas personas habrían dormido en aquella cama y por que circunstancias. Seguro que como nosotros, muchos de ellos sería para conocer la ciudad, otros por negocios, y otros… quien sabrá porque
Tras descansar un poco decidimos que ya era hora de empezar a descubrir la  ciudad que tan buena prensa tiene. Para no ir dando palos de ciego pedimos consejo al conserje del hotel que muy amablemente nos informo de todo lo que había que ver y donde podíamos probar la comida tradicional de la zona, para que no nos perdiéramos nos dio un mapa donde nos señalo esos lugares. La ciudad no es grande, así que en un día podríamos verla.
Tras caminar un  poco empezamos a entusiasmarnos con todo lo que nuestros ojos iban viendo y empezamos a fotografiar. Menos mal que con las nuevas tecnologías, no había miedo de que se acabara el carrete, de no haber sido así, en la primera hora de nuestro paseo se nos habrían acabado todos.
Por fin llegamos a la tan esperada Plaza Mayor, me quedé sorprendida porque esperaba que fuese como todas las que hasta entonces había visto, pero en esta ocasión pude descubrir otro tipo de arquitectura a la que mis ojos no estaba acostumbrados  pero poco a poco fui degustando cada rincón de aquella Plaza, que mezclaba casas encaladas con edificios históricos de piedra que en tiempos lejanos fueron levantados, como la Torre de Bujaco y el Arco de la Estrella Nos sentamos en una terraza a tomar un refresco y poder contemplar con mas calma cada rincón de aquella plaza. Rápido me di cuenta, que en ella no vivían gente adinerada, ya que las fachadas encalada necesitaban una buena mano de pintura para lustrarlas. Sus balcones estaban carcomidos por el paso de los años, los paseantes que por ella transcurrían era de todo tipo de condición social pero predominaban sus gentes provincianas, se notaba en sus buen vestir, perfectamente ataviadas  con sus mejores galas para sentarse en una terraza a compartir un café y unas buenas charlas con las amigas.
Fotografiamos cada rincón de aquella hermosa plaza, con la que poco a poco nos fuimos familiarizando y cada vez que la mirábamos  nos iba pareciendo mas bella.
Después de nuestro refrigerio  empezamos a patearnos todo el casco antiguo  de la ciudad, fue hermosa la experiencia, cada rincón te transporta a diferentes etapas del pasado de la ciudad. Su núcleo urbano que remonta al año 34 a. c. con la fundación de la Colonia romana Nova Caesarina por Cayo Norbano Flaco, de esta época se conserva el Arco de Cristo o Puerta del Río. El paso de los cristianos y los árabes. Fue reconquistada por Fernando II y se fundan los Fratres de Cáceres La ciudad fue arrebatada a los cristinos por un caudillo almoárabe reconstruyo las murallas que conservan sus basamentos romanos
La ciudad se incorpora al reino de León el día de San Jorge patrón de Cáceres, a partir de esta fecha se construyen numerosos palacios y casas solariegas girando en torno a dos núcleos. La Plaza de Santa María y la Plaza de San Mateo, que alcanza su mayor esplendor en los siglos XV y XVI, sobre todo con los Reyes Católicos,
También dejaron sus huellas otras minorías en el que podemos encontrarlas en el Barrio Judío conocido como Judería Vieja donde contemplar sus empinadas calles y pequeñas casas junto a la muralla para aprovecharla como muro de la casa.
En el siglo XVIII encontramos las últimas construcciones como el Arco de la Estrella considerado como la puerta más importante de la Ciudad.
Como podéis comprobar, a trabes de este pequeño resumen, con la riqueza que nos encontramos al pasear por el casco Histórico de Cáceres.
Y para terminar un   paseo  por sus calles comerciales, divididas en  tres zonas, la comercial donde pudimos encontrar las mejores tiendas de ropa y zapatos, la gastronómicas donde degustamos los mas exquisitos platos extremeños y la de copas donde terminamos degustando sus elaborados cócteles todos ellos con nombres de los diferentes lugares de la ciudad.
Y como el día fue intenso, dormimos como los propios ángeles, zambullidos entre las sabanas, con cánticos de campanas que nos sumergió en  un profundo y reparador sueño,




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