7 de diciembre 2012
Mis queridos amigos, no puedo contener las ganas de escribiros desde la Alberca para compartir con vosotros tantas emociones vividas esta tarde..
Como bien sabéis estamos de visita en este precioso pueblo salmartino, hemos llegado bien, sin ningún contratiempo, hemos parado a comer a mitad de trayecto, el menú a consistido en una buena sopa castellana, para entrar en calor y cochinillo asado. Que deciros, todo buenísimo.
Continuamos nuestro viaje contemplando el paisaje, un paisaje llano de enormes dehesas donde corrían a sus anchas los terneros y los cerditos. No me extraña que sean tan buen manjar.
Por fin comenzamos a ver Peña Francia. El paisaje empieza a cambiar, ahora son enormes bosques de todo tipo de árboles y arbustos todos ellos cubiertos por una espesa capa de niebla que le daba un ambiente siniestro al paisaje.
Un indicador nos anuncia que estamos a cinco kilómetros de la Alberca, un cosquilleo invade mi estomago. ¡Ya estamos cerca!..
Por fin entramos al pueblo y allí estaba ella esperándonos con los brazos abiertos dándonos la bienvenida.
Su aspecto no era como yo la había imaginado, estaba mojada y cubierta con una neblina, pero estaba hermosa llena de encanto. Como bien me decía mi amiga, la Alberca se trasforma en cada estación del año. Y como no podía ser de otro modo en otoño, sus calles son espejos y sus árboles de oro y bronce. El olor a leña prendida invade cada rincón, invitadote a entrar en sus casas.
Paseamos sus calles emocionándonos con cada rincón, probamos su gastronomía, visitamos sus tiendas de productos artesanos, conversamos con sus habitantes los cuales nos informaron de toda su historia presente y pasada.
Como por carta no os puedo mostrar tanta belleza cuando regresemos ya os enseñaremos las fotos, que os aseguro que como a mi me pasó, os van a enamorar.
Mañana ya volvemos, en esta ocasión nos iremos por otro camino que a pesar de ser mas escabroso nos aseguran los lugareños que su hermosura natural nos va embriagar.
En nuestro nuevo trayecto pasaremos por Bejar, para continuar hacia tierras de Ávila, donde parearemos a comer en Barco de Ávila un precioso pueblo castellano con mucha historia a sus espaldas, sobre todo por su gastronomía. Y para finalizar visitaremos Piedrahita otro encantador pueblo de la provincia de Ávila.
El lunes sin más tardar colgaré las fotos de este viaje.
Recibir un fuerte abrazo
Rosa.
