CUENTOS, RELATOS Y PENSAMIENTOS

Escribir es vivir

jueves, 7 de abril de 2011

A LA PERSONA MAS IMPORTANTE DE MI VIDA


Agosto del 1935, un día de caluroso verano, no recuerdo bien que día de la semana era, que mas da, en casa todos esperaban tu llegada con gran ilusión.
 En aquellos años no se sabía de antemano el sexo del futuro bebe, por lo cual la incertidumbre era mayor.
Tardaste en salir de las entrañas de tu madre,  para   descubrir el nuevo mundo donde te tocaría vivir.
Después de interminables  horas de espera, avisaste de tu llegada, con un fuerte retortijón de tripas que hizo gritar con gran fuerza a tu madre.
Las vecinas del pueblo dijeron – ya esta aquí – En la habitación todo estaba preparado, toallas blancas como la nieve, un barreño de cinc con agua tibia,
Sabanas blancas, arrullos recién bordados, hechos expresamente para ti, un ajuar de recién nacido que cuidadosamente tu madre bordo durante los nueve meses de espera.
Aquellas mujeres, lo tenían todo controlado, no era la primera vez que asistían a un parto. En aquellos años, las matronas eran ellas, nadie las había enseñado, aprendieron de ver a otras y así sucesivamente iban  pasando de unas a otras el  oficio de traer niños al mundo.
Tu padre quiso estar en el parto, a pesar de los ruegos de que saliera de la habitación, el quería recibirte en primera persona, no perderse ni un minuto de tu vida, estaba convencido de que ibas a ser un varón.
Ya esta aquí, empuja fuerte,  –decían aquellas mujeres-  .
Tu cabeza empezó a salir de las entrañas de tu madre y tras un fuerte empujón, el resto de tu cuerpo salió, ¡es niño, es niño! –gritaban todos- Lo sabía – decía tu padre- Todo había salido bien.
Te lavaron con el  agua tibia que contenía  el barreño de cinc, te vistieron y te mostraron al mundo.
Abriste los ojos para conocer a tus padres.
 Ojos pequeños pero chispeantes, de un azul intenso, que miraban al mundo con inquietud.
Ya se adivinaba en tu cara un rostro bonachón, de pelo rubio como el trigo recién cortado, que se amontonaba en las eras de aquel caluroso verano.
Cuerpo de forma redondeada, piernas robustas e inquietas que no paraban de moverse. Tus mansos eran grandes y fuertes, que se agarraban a la teta de tu madre, para poder dirigir tu boca hacia ellas.
Tu padre salio a pregonar a los cuatro vientos tu llegada.
Tu madre aun convaleciente te miraba con gran ternura.
Empezaron a ir a conocerte todos aquellos que te esperaban con ilusión, haciendo  los típicos comentarios de  se parece a…..
Nadie sabía lo que la vida te iba a deparar,
Tus primeros años fueron felices, pero la vida te robaría lo que mas te quería en este mundo.
 Y pasaste de ser un niño entre algodones a convertirte en un pequeño hombrecito.
Las circunstancias de la vida habían cambiado y tuviste que tomar las riendas de tu casa, con tan solo nueve años.
Pero no te importo, ahí estabas tú, dispuesto a comerte el mundo, ayudando a tu familia a salir adelante.
No fuiste mucho al colegio, pero lo poco que fuiste fue aprovechado al máximo.
Te gustaba leer novelas, que compartías con tus amigos.
Poco a poco te fuiste abriendo camino en el mundo, eras querido y admirado por muchos.
Heredaste de tu padre, la alegría, la dedicación a los mas necesitados,  el no pasar desapercibido ante los ojos de los demás.
Te aficionaste al ciclismo participando en pruebas ciclistas.
Formaste una familia, te labraste un futuro. Vivías la vida con intensidad.
Tu personalidad inquieta necesitaba hacer algo por lo que sentirse orgulloso, algo que no fuera olvidado con el paso de los años. Y así lo hiciste.
Fundaste un Club Ciclista, tu deporte favorito.
Formando  una Junta Directiva con las mismas inquietudes que tú.
Organizaste pruebas de revelante importancia en Torrejón. Tu pueblo, el pueblo que te vio nacer.
Hiciste que los habitantes de Torrejón  se aficionaran al ciclismo, lo vivieran y sintieran como tú lo hacías.
Llevaste el nombre de tu pueblo a todos los lugares de España y parte del Extranjero.
El Club Ciclista Torrejón fue galardonado en varias ocasiones por su
Dedicación al ciclismo.
Tus anhelos se vieron cumplidos. Tu nombre y el del Club ciclista Torrejón seguirán generación tras generación en la memoria de todos aquellos que supieron valorar tu trabajo y dedicación al Ciclismo.
No tuviste una vida larga pero si fue intensa.
Te fuiste de este mundo rodeado de los que mas querías.
Hileras de ciclistas  con sus  bicicletas abrían paso al coche fúnebre que portaba tu cuerpo ya sin vida.
Tu pueblo entero salio a darte el último adiós.
Tu nombre apareció en todos los periódicos nacionales de deportes, en los que decían con grandes titulares EL CICLISMO ESPAÑOL  ESTA DE LUTO, NOS  HA DEJADO UN GRAN HOMBRE, JOSÉ GABRIEL RODRÍGUEZ MORENO “TITO” promotor del Ciclismo en Torrejón.
Desde entonces, el Club Ciclista Torrejón, y todos los aficionados al ciclismo le rinden  homenaje, celebrando una prueba ciclista que lleva su nombre.
Así lo quisiste tú, dejar tu propia  huella en este mundo, siguiendo la tradición de tu familia, cada uno de ellos lo hizo a su manera.
Pudiste ser alcalde de tu Pueblo, pero no quisiste seguir los pasos de tus antepasados, elegiste el DEPORTE, una decisión muy acertada e inteligente.
Tan solo decirte lo orgullosa que me siento de ti,  tu recuerdo perdura en mi, todos los días de mi vida, desde que decidiste partir de este nuestro mundo.
GRACIAS 

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